Buscando información acerca de los hermanos Vergara Toledo, no puedo dejar de hacer una relación entre mi reciente publicación, que dice relación con delincuentes, y paso a explicar, espero ser clara en estas pocas líneas.
En la actualidad, cuando alguien es asaltado o cuando vemos en las noticias informaciones acerca de asaltos o robos, a muchos se les viene a la mente "deberían matarlos a todos" refiriéndose a los delincuentes que cometen actos antisociales y debo confesar que me resisto mucho a no pensar en ello, porque defiendo el valor de la vida antes que el de la propiedad privada. Pero al leer cómo murieron los hermanos Vergara, se me viene a la mente esta situación, en esa época muchas personas compartían la opinión de "...matarlos a todos". No debemos relativizar los valores, o defendemos la vida o no.
No hay “algunos” que merezcan ser defendidos y otros no, creo que el surgimiento de estos grupos de delincuentes, que son padres, hijos, tíos, familias que forman delincuentes es respuesta de algo, nos rodeamos de violencia, el no recordar como lo merecen a Rafael (18 años) y Eduardo (20 años), por ejemplo, y a tantos otros, hace que vivamos en una sociedad enferma, esquizofrénica.
Creo en el valor de la vida, por sobretodo, y por ello la defiendo. Valorar la vida de todos: la nuestra y la de otros, querer nuestra vida es respetar la de otro también.
En un artículo de Cristián Warnken, él parafrasea a Dostoyevski: "El hombre es desgraciado porque no sabe que es feliz. ¡Eso es todo! Si cualquiera llega a descubrirlo, será feliz de inmediato, en ese mismo minuto". Y yo agrego: será en ese minuto cuando valore su vida y la de otros. A estos jóvenes marginales que cometen actos antisociales, como escupir el metro, asaltar sin temor a alguien, quitarle la vida a otro ser, es porque no aman su vida, no valoran su propia vida.
GRACIAS a Rafael Vergara Toledo
GRACIAS a Eduardo Vergara Toledo, porque algún día luchando por la vida y la libertad de muchos entregaron la suya.