jueves, 24 de enero de 2008

SER INTELIGENTE...


Actualmente con esto de la sociedad del conocimiento, todo aquel que posee el conocimiento es quien tiene el poder, entendiendo comunmente que esta persona es inteligente.

También se entiende como inteligencia la capacidad de resolver problemas.

Estoy leyendo un libro que me regaló Isabel Viladrich, profesora de Matemática, y en este libro el autor plantea una nueva (para mí) propuesta de lo que es la inteligencia:

"En vez de medir su inteligencia por su capacidad de resolver problemas esta gente la mide por su capacidad de seguir siendo igualmente felices y valiosos, se solucione o no el problema"

Pag. 24 Libro: "Tus Zonas Erroreas"
Autor: Wayne W. Dyer


Existen muchos problemas sin solución, eso no significa que seamos más o menos inteligente por no resolverlos, la inteligencia que el autor plantea está en la actitud que tomemos frente a ellos.

Me gustó mucho esta idea del autor. ¿Qué opinan? Comenten su opinión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un poco extraña tu persepción de inteligencia porque antes se pensaba la inteligencia como la capacidad verbal o la capacidad logico-matemática, cualquiera de las dos.

Al pasar el tiempo se amplió la idea de inteligencia y se planteó como la "capacidad para resolver problemas" así como en modo genérico. De esta definición se desprende la teoría de inteligencias múltiples.

La definición que agregas es lo más extraña ya que una persona con un trastorno de personalidad que vive en un mundo paralelo, interpretando lo que quiera de la realidad, puede ser inteligente.

La inteligencia es como el color de piel, o de pelo. El problema es que vivimos en una cultura que le rinde culto a la inteligencia eso es otra cosa. Tu definición claramente gira en torno a eso, tu definición es como: "desde ahora la gente Rubia serán las personas que se sientan rubias y no solamente las que la pigmentación de su pelo sea de color amarillo".

Lo que hay que cambiar no es la definición de inteligencia sino la definición de lo que es bueno y malo.

Jose Luis Cerda

Anónimo dijo...

Interesante.